Padre de cuatro hijos Stu vio cómo explotaba el cesto de la ropa sucia y se sintió frustrado por el tiempo que perdía la familia con la lavadora y en el tendedero. Desilusionado con lo que había *cough* lavanderías de mala muerte, sucias, que necesitaban cubos llenos de monedas y se sentían inseguras.

Ideó un espacio moderno y limpio que ofreciera lavado y secado rápido in situ. Se suministraba detergente líquido y suavizante, por lo que los clientes no tenían que hacer más malabarismos para ir a la lavandería y los suelos quedaban libres de detergente. Quería que fuera una experiencia en la que poder relajarse de verdad, pensó, WiFi gratis.

¿Lo ha hecho? ¿Y realmente hacer la colada divertida?